Terapia de Familia puede estar indicada como complemento de la Terapia Individual ante los síntomas de uno de los integrantes de la familia.
Ante situaciones complejas como pueden desequilibrar al sistema familiar (pérdida de trabajo, traslados, muertes o pérdidas, divorcios, nacimientos, adopciones, etc.).
Ante situaciones conflictivas relacionadas con ciclo vital de la familia: dificultades o inseguridades en la crianza de los hijos pequeños, problemas de conducta adolescentes, independencia de los hijos, etc.
Situaciones de violencia familar intra e intergeneracional (entre los padres o de padres a hijos o de hijos a padres).
Con families reconstituidas que tienen que integrar formas educativas y de convivencia. Y cualquier situación o problema que perturbe la convivencia de la familia.
Nuestro modelo de terapia familiar busca promover el desarrollo de todos los integrantes del sistema familiar y modificar aquellas pautas de relación que pueden ocasionar dificultades y sufrimiento.
La Terapia Familiar Sistémica puede también trabajar el síntoma que presenta un de sus integrantes mediante el diálogo entre varios miembros de la familia, pues entendemos que este síntoma es la punta de un iceberg que esconde problemas relacionales y de comunicación entre todos ellos.
Nuestro objetivo, por lo tanto, será modificar pautas relacionales familiares preestablecidas para mejorar la convivencia y el bienestar emocional de toda la familia. Así, la familia se entiende como un sistema donde la conducta de cada uno de los integrantes afectará a la conducta de los otros.
Para poder hacer este tipo de intevención, el terapeuta indagará sobre la historia de la familia, buscando llegar a comprender cuál es el papel que cada uno de ellos juega dentro del sistema y como se pueden modificar patrones históricamente aprendidos e interiorizados, para poder avanzar y buscar alternativas constructivas en las soluciones, poco exitosas, hasta ahora puestas a prueba.
¿Qué podemos trabajar mediante la terapia de familia?